Comenzamos nuestra andadura en “Podemos Engordar” esbozando una
teoría matemática que nos ayudará a entender el aumento del colesterol del
actual decano de la Facultad de Económicas de la Universidad de Cantabria.
No nos limitaremos a un mero ejercicio de exhibición de facturas infladas (de colesterol y euros) sino que intentaremos despejar las incógnitas sobre el coste de las cosas. Esas cosas que pagamos usted y yo.
No nos limitaremos a un mero ejercicio de exhibición de facturas infladas (de colesterol y euros) sino que intentaremos despejar las incógnitas sobre el coste de las cosas. Esas cosas que pagamos usted y yo.
Nuestro objetivo a la vista de esta factura es conocer
cuanto le costaba en 2008 al entonces presidente del CES, ahora decano de la
Facultad de Económicas, tomarse un café especial a nuestra salud.
Es una ecuación muy simple. Tenemos 4 cafés especiales cuyo importe total es de 33 euros.
4x = 33
Por lo tanto, si dividimos 33 entre 4 podemos concluir que el café especial nos sale a 8 euros con 25 céntimos.
Se lo crean o no, esta información es muy valiosa, ya que podremos ir despejando otras incógnitas que nos plantean otras facturas copiosas, de colesterol y de euros de nuestros impuestos.
Es una ecuación muy simple. Tenemos 4 cafés especiales cuyo importe total es de 33 euros.
4x = 33
Por lo tanto, si dividimos 33 entre 4 podemos concluir que el café especial nos sale a 8 euros con 25 céntimos.
Se lo crean o no, esta información es muy valiosa, ya que podremos ir despejando otras incógnitas que nos plantean otras facturas copiosas, de colesterol y de euros de nuestros impuestos.
En esta segunda factura la incógnita es el café. Se entiende
que no es un café especial, sino un café más de andar por casa. ¿Aguachirri?
¿descafeinado? Su composición es algo que no podremos averiguar, pero su precio
creemos que sí.
Conocemos que el café especial cuesta ocho euros con
veinticinco céntimos, con lo cual despejar la incógnita de ese solitario café
se aventura como una tarea fácil.
X = Café Especial Z = Café
3X + Z = 27,05
3X 8,25 + Z = 27,05
>>>> Z = 27,05 – 3X
8,25 = 2,3 euros
Z, es decir el café, cuesta dos euros con treinta céntimos.
Avanzamos ahora a una nueva dimensión, la del alcohol. Es el momento de
saber cuanto cuesta un licor. No podemos precisar qué licor, pero al menos
sabremos cuanto cuesta.
Bien, tomemos el Café Especial como X mientras que los
Licores serán Y
6X + 6Y = 85 >>>> 6X 8,25 + 6Y = 85 >>>> 6Y = 85 – 6X 8,25 = 35,5
Si 6Y es 35,5 entonces Y es 5 euros con 91 céntimos.
Ya sabemos lo que cuesta un licor... o quizás no.
Empezamos a entrar ya en una nueva dimensión más cercana a la ciencia
ficción y no a las ciencias exactas, que es donde pensábamos que nos movíamos.
¿Siguen costando lo mismo los licores y los cafés
especiales? ¿Quizás el concepto genérico de licor esconde que “hay licores y
licores”? Nosotros creemos que sí.
Siendo X el Café Especial y siendo Y los licores
desarrollamos la siguiente ecuación en base a esta factura:
4X + 8Y = 95,25
>>>> 4X 8,25 + 8Y =
95,25 >>>> 8Y = 95,25 – 4X 8,25 >>>> Y = 7,75
Esta versión “B” de los licores nos cuesta a nosotros y al
colesterol del ahora decano (e invitados por nosotros) 7 euros con 75 céntimos
por copa (¿he dicho copa?)
Pero avancemos en este viaje por el coste de la vida a nuestra costa.
Sepamos ahora cuanto cuesta un helado, mejor dicho cuanto nos costaba.
Manejamos ahora tres variables, de las que conocemos ya dos,
por lo que solo necesitamos despejar una incógnita.
Siendo X el Café Especial, Y los licores, y M el helado
enunciamos la siguiente ecuación:
4X + 2Y + M = 58
>>>>> 4X 8,25 +
2Y 7,75 + M = 58 >>>>>
M = 58 – 4X 8,25 – 2Y 7,75 >>>>>>> lo
que supone que M es igual a 9,5. Es lo que nos costaba un helado (y eso con los
licores a 7,75, si los ponemos a 5,9 el helado sería a precio de caviar de
beluga por lo menos).
No desesperen, estamos en la recta final. Vamos a comprobar que tenemos
bien claro lo que cuesta un Café Especial, un Licor, y un Café. En teoría lo
sabemos, pero sin embargo las matemáticas son en este caso en estudio una
ciencia inexacta.
X = Café Especial Y
= Licor Z = Café
4X + Y + Z = 42 >>>> 4X 8,25 + Y 7,75 + Z = 42
>>>>> Z = 42 – 4X 8,25 – Y 7,75
Z = 1,25
Este es un ejemplo claro de deflación severa. Un café que en
noviembre de 2007 costaba 2 euros con 30 céntimos, pasa a costar en enero de
2008 un euro con 25 céntimos.
¿Era café de puchero? ¿Un expresso? ¿Negoció precios más
ajustados para el café el entonces presidente del CES ahora decano de la
Facultad de Económicas? Quizás nunca lo sepamos.
Pasemos al precio de un alimento básico: el PAN.
No es tarea fácil deducir el coste del pan a la vista de la siguiente
factura. Tal es así que después de sesudos análisis, informes del CSIC y
cálculos incontables con una de esas calculadoras científicas de las de toda la
vida hemos tenido que concluir que el pan tenía un coste negativo. Lo
explicamos.
X = Café Especial Y
= Licor M = Helado W = Pan
5X + 5Y + 4M + 4W = 105 >>>>> 5X 8,25 + 5Y
7,75 + 4M 9,5 + 4W = 105
>>>>>
4W = 105 - 5X 8,25 - 5Y 7,75 - 4M 9,5 >>>>> 4W = 105 –118 >>>>> 4W =
- 13
-13/4 = -3,25
Es decir, un “trozopan” costaba menos 3 euros con 25.
No será el último caso de alimentos básicos con precio
negativo. En nuestra próxima entrega podremos conocer lo que nos costaba que el
entonces presidente del CES, ahora decano de Económicas, invitara a zamparse
jamón o queso, entre otras viandas, en el mismo sitio y en la misma época.
Nos vemos pronto.
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