Incorporamos primero una factura con "una de patatas". Siguiendo nuestra mecánica habitual despejaremos las incógnitas como buenamente podamos. Lo haremos incluso sobre dos supuestos (nos han salido hasta cuatro), y después os ofreceremos íntegra la teoría del profesor Revillescu sobre "y una de patatas". Una teoría que reflexiona sobre la fuerza gravitatoria de la ración de patatas sobre el coste final de una factura. Si hay una de patatas, la factura cae en su valor. Las patatas menguantes existen.
T = Vino 30,85
T1 = Vino Peleón 15,10
B = Jamón 27,45
L = Queso 17,60
W = Pan -3,25
W1 = Pan 2 (valor de mercado)
R = Agua -0,85
R1 = Agua 1 (valor de mercado)
a = Patatas (incógnita)
Bien. Como se aprecia en la tabla sobre estas líneas, tanto el pan como el agua tienen valores negativos tal y como pudimos deducir en los dos posts anteriores (I) y (II)
Sin embargo hemos querido ir más allá. En aras del conocimiento científico hemos probado con valores positivos tanto para el agua como para el pan. Además, en el caso del vino hemos querido también rebajarle el precio, el caso uno es con el precio que ya despejamos en su día, mientras que en el caso dos lo haremos con "vino peléon". Sea como fuere, a pesar de las horas y horas invertidas, hagamos lo que hagamos las patatas siempre tienen valor negativo. Las patatas son menguantes.
CASO 1
T = Vino 30,85
B = Jamón 27,45
L = Queso 17,60
W = Pan -3,25
R = Agua -0,85
a = Patatas (incógnita)
2B + 2L + T + 4W + a +R = 75,65 >>>>>
2 (27,45) + 2 (17,60) + 30,85 + 4 (-3,25) + a + (-0,85) = 75,65 >>>>>
54,9 + 35,2 + 30,85 + (-13) + a + 0,85 = 75,65 >>>>>
107,10 + a = 75,65
Luego "a" tiene que ser negativo (muy negativo por cierto). Concretamente "a" es igual a -31,45
CASO 2
Probemos dando al agua y al pan valores positivos (con precios de mercado... baratillo)
T1 = Vino 15,10
B = Jamón 27,45
L = Queso 17,60
W1 = Pan 2
R 1= Agua 1
a = Patatas (incógnita)
2B + 2L + T1 + 4W1 + a +R1 = 75,65 >>>>>
2 (27,45) + 2 (17,60) + 17,10 + 4 (2) + a + (1) = 75,65 >>>>>
54,9 + 35,2 + 15,10 + (8) + a + 1 = 75,65 >>>>>
114,20 + a = 75,65
Nuevamente "a" tiene un valor (super super negativo, osea). Concretamente "a" es igual a -38,55
Como os dijimos, para intentar explicar el por qué de este misterio irresoluble, al menos utilizando las hasta ahora exactas matemáticas, nos hemos puesto en manos de Mijail Revillescu.
En ese capítulo de su tesis, el profesor Revillescu se introducía de forma
magistral en la psiquis del gañotero público preguntándose qué mecanismos
neuronales llevaban al jeta/gorrón a, una vez realizada la comanda de raciones
varias que iba a ser pagada con el dinero de todos, añadía, casi como si se
tratara de un tic nervioso la ya famosa coletilla: “¡y una de patatas!”.
A
pesar de estudiar en profundidad el concepto de “¡y una de patatas!” el profesor
asociado Mijail Revillescu no había sido hasta ahora capaz de despejar esa incógnita
tan presente en nuestra sociedad. No obstante, el documento que les aportamos
para su análisis ha producido en el
profesor Revillescu tal impacto que ha conseguido ¡por fin! despejar la
incógnita de por qué los jetas/gorrones terminan siempre con la frase “¡y una de patatas!”.
Hasta ahora, el profesor Revillescu nunca había podido
acceder a tantas facturas de un solo individuo gañotero como las que nosotros
le hemos proporcionado, y es por eso que tras analizar las mismas ha
descubierto que la ración de patatas, en el caso del ex responsable del CES y
ahora decano de la facultad de económicas, ¡TIENE SIEMPRE UN VALOR NEGATIVO!
Todo esto da sentido
a su vida de investigador, según el profesor Mijail, el sentimiento de culpa
del gañotero y gorrón del dinero público que le produce pedir por la cara Queso, Jamón, Vino, Helado, Café, Café
especial, Licor, etc... lo compensa pidiendo al final “¡y una de patatas!” puesto
que como hemos visto en el documento que aportamos hoy, las patatas siempre tienen
un valor negativo reduciendo el importe de la factura.
El efecto en el gorrón no solo es psicológico, sino físico ya que libera endorfinas y
serotonina suficiente en el cerebro del
gañotero como para que le importe un pijo pasar al pago facturas de 200 euros o más y que deban ser pagadas con nuestros impuestos.
Sin
duda lo que más le sorprendió a nuestro experto fue el descubrir que el que
fuera responsable del CES y actual Decano, ya debía conocer el efecto que “¡y una de patatas!” tenía en el importe final de las facturas, por lo que de forma
rotunda el profesor Mijail definió al anterior responsable del CES como ¡genio
del gañote! y ¡mente brillante del sablazo!
Dado que casi no nos quedan letras en el alfabeto latino para valorar las distintas
raciones de comida digeridas con los impuestos de todos los ciudadanos, y ante la importancia del descubrimiento del profesor asociado Mijail
Revillescu, decidimos en su momento utilizar el símbolo griego “Alfa” como símbolo del
comienzo del gañoterismo para comprobar como utilizando distintos valores para
el sablazo de las raciones, siempre siempre “¡y una de patatas!” tiene valor
negativo, descubrimiento del Profesor asociado Mijail Revillescu que no solo le
acerca al Nobel de Economía, si no al de Fisica y Química y probablemente al de
Metafisica.
Con este gran descubrimiento ponemos fin a la trilogía de facturas del
CES y en próximos capítulos nos sumergiremos en gañotes de otros ejemplos
públicos.
De momento hacemos sitio en nuestro equipo multidisciplinar al que incorporaremos al profesor de la Universidad de Helsinki, Gelo Kätil. Pronto sabréis más de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario