Uno de estos informes se refiere al concepto “ya te mando una cajita” tan presente en la psiquis del Jeta/Gañotero bienqueda.
El experto Marc Kanion no quiso intervenir en este estudio al considerar incomprensible que entre los lotes entregados con dinero público no se incluyeran botellas de whisky, aunque las malas lenguas dicen que el motivo real de no querer comentar dichos sablazos es que participó como experto en la selección de los productos que reflejan las facturas en su época de asesor externo en gañotes del gobierno del PRC-PSOE entre los años 2003 a 2011.
Lo primero que sorprende al resto del claustro de expertos es la reiteración del término FITUR (bueno, y Puzzle), que se repite una y otra vez en las facturas analizadas. Algo que también sorprendió al profesor Kätil, quizá por sus amplios conocimientos económicos.
Sobre el sablazo en términos absolutos de las facturas, literalmente dijo respecto de la factura de 17.359,40 € en botellas: “Akhöjoeam votëllaen shü padrhën jetaën” que podemos traducir por “ que curioso lo que beben algunos” y a pesar de su gran experiencia en sablazos públicos, fue incapaz de encontrar una justificación a semejante despliegue alcohólico.
Quizás estamos simplemente ante personas con un problema de alcoholismo, y lo que necesitan es atención médica (y no volver a manejar dinero público en su vida).
Tampoco fue capaz de explicar la factura de las 215 cajas de sobaos, básicamente porque su traductor fines/español español/jeta le traducía el termino “sobao” como una guarrada de la película “50 sombras de Grey” y se negó, como buen puritano calvinista, a realizar ningún comentario.
Tuvo que ser el profesor asociado Mijail Revillescu, que tiene una cultura más mediterránea, quien nos diera una explicación plausible de semejantes sablazos alcohólicos.
Para el profesor Revillescu, el gañote de las 400 botellas de alcohol cantabro por un importe medio de cada botella de 44 euros, refleja el amor al terruño del gañotero del gobierno prc-psoe que es capaz de pagar hasta 4 veces más de lo que le cuesta una botella a un ciudadano normal.
Y es que con tal de ser un bienqueda y decir eso de “ya te mando una cajita”, el sablazo lo pagan los contribuyentes pero la satisfacción que le queda al Gañotero/jeta por poder presumir de productos de su tierra compensa con creces ese gasto inútil.
Aun así, el propio profesor Revillescu, amplio conocedor del comportamiento sablista del gobierno prc-psoe, se sorprendió por la factura de los sobaos al no entender por qué el sablazo no lo dio la empresa fabricante de los mismos sino que la factura la cobra una empresa de juegos de mesa.
No obstante alabó de forma efusiva la capacidad de dicha empresa para satisfacer todas las exigencias que los gañoteros públicos eran capaces de imaginar y afirmó que cuando vuelva el próximo curso a la Universidad de Timisora propondrá al claustro que dicha empresa sea la suministradora oficial de todos sus gañotes, la colocación de decoración en forma de planta, y el suministro de confetti.
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